lunes, 10 de noviembre de 2014

SEGURIDAD EN LOS SISTEMAS OPERATIVOS

Muchas empresas poseen información valiosa que desean tener muy bien protegida. Esta información puede ser técnica (por ejemplo, el diseño de un nuevo chip o nuevo software), comercial (por ejemplo, estudios de la competencia o planes de marketing), financiera (por ejemplo, planes para una oferta de acciones), legal (por ejemplo, documentos sobre la posible fusión o absorción de una empresa), y de muchos otros tipos. Con frecuencia, para proteger esta información se pone un guardia uniformado a la entrada del edificio, que asegura la adecuada identificación de todo el que entre. Asimismo, los archiveros y las oficinas se cierran con llave para asegurar que sólo las personas autorizadas tengan acceso a la información.

A medida que se almacena cada vez más información de este tipo en los sistemas computacionales, se vuelve cada vez más importante la necesidad de protegerla. Por lo tanto, proteger esta información contra el uso no autorizado es una de las principales preocupaciones de todos los sistemas operativos. Utilizaremos el término seguridad para hacer referencia al problema general, y mecanismos de protección para referirnos a los elementos específicos del sistema operativo que se utilizan para salvaguardar la información en la computadora.

La seguridad tiene muchas facetas. Tres de las más importantes son la naturaleza de las amenazas, la naturaleza de los intrusos y la pérdida accidental de datos. Ahora analizaremos cada una de estas facetas en orden.

AMENAZAS


Desde la perspectiva de la seguridad, en sistemas computacionales se tienen cuatro objetivos generales con sus correspondientes amenazas. 

Objetivo
Amenaza

Confidencialidad de los datos
Exposición de los datos

Integridad de los datos
Alteración de los datos

Disponibilidad del sistema
Negación del servicio

Exclusión de los usuarios externos
Los virus se apropian del sistema


INTRUSOS

En la literatura de la seguridad, las personas que husmean en lugares en donde no tienen por qué hacerlo se conocen como intrusos, o algunas veces como adversarios. Los intrusos actúan en dos formas distintas. Los intrusos pasivos sólo quieren leer archivos para los cuales no tienen autorización. Los intrusos activos son más maliciosos; desean realizar modificaciones no autorizadas a los datos. Al diseñar un sistema para que sea seguro contra los intrusos, es importante tener en cuenta el tipo de intruso contra el que tratamos de protegerlo. Algunas categorías comunes son:

1.    Usuarios no técnicos que se entrometen en forma casual. Muchas personas tienen computadoras personales en sus escritorios, las cuales están conectadas a un servidor de archivos compartidos y, debido a la naturaleza curiosa de los humanos, algunas de esas personas son capaces de leer el correo electrónico y demás archivos de otras si no hay barreras que las detengan.

2.    Intrusos que husmean. Los estudiantes, programadores de sistemas, operadores y demás personal técnico a menudo consideran como un reto personal la acción de irrumpir en la seguridad de un sistema computacional local. Por lo general son muy habilidosos y están dispuestos a dedicar una cantidad considerable de tiempo a ello.

3.    Intentos determinados por obtener dinero. Algunos programadores de los bancos han tratado de robar del banco en el que trabajan. Los esquemas varían, desde cambiar el software para truncar en vez de redondear el interés, quedarse con la fracción de un centavo, desviar las cuentas que no se han utilizado en años, hasta llegar al chantaje (“Si no me pagan, destruiré todos los registros del banco”).

4.    Espionaje comercial o militar. El espionaje se refiere a un intento serio y bien fundamentado por parte de un competidor u otro país de robar programas, secretos comerciales, ideas patentables, tecnología, diseños de circuitos, planes de negocios, etcétera. A menudo para hacer esto se intervienen líneas telefónicas o incluso se montan antenas dirigidas hacia la computadora para recoger su radiación electromagnética.

5.    Los virus. En esencia, un virus es una pieza de código que se duplica a sí mismo y (por lo general) realiza cierto daño. En cierto modo, el programador de un virus es también un intruso, a menudo con habilidades técnicas elevadas. La diferencia entre un intruso convencional y un virus es que el primero se refiere a una persona que trata de irrumpir en un sistema por motivos personales para ocasionar daños, mientras que el segundo es un programa escrito por dicha persona y que después se suelta en el mundo con la esperanza de que provoque daños. Los intrusos tratan de irrumpir en sistemas específicos (por ejemplo, uno que pertenezca a cierto banco o al Pentágono) para robar o destruir datos específicos, mientras que el programador de un virus comúnmente quiere provocar daños en general, y no le importa a quién.

PERDIDA ACCIDENTAL DE LOS DATOS

Además de las amenazas ocasionadas por los intrusos maliciosos, por accidente se pueden perder datos valiosos. Algunas de las causas comunes de pérdida accidental de datos son:

Accidentes y desastres naturales: incendios, inundaciones, terremotos, guerras, disturbios o ratas que roen cintas magnéticas.
Errores de hardware o software: fallas en la CPU, discos o cintas que no se pueden leer, errores de telecomunicaciones, errores en los programas.
Errores humanos: error al introducir los datos, al montar una cinta o un CD-ROM de manera incorrecta; ejecutar el programa incorrecto, perder un disco o una cinta, o cualquier otro error.






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